Marketing en las Franquicias

Una de las ventajas de formar parte de una red de franquicias es la capacidad de participar en las acciones de marketing de la franquicia, es decir, como franquiciado se beneficia de todas las campañas de publicidad de productos y servicios de la red en general por lo tanto, la visibilidad de cada unidad es mucho mayor, ya que se asocia con todas las iniciativas llevadas a cabo por la red.

Para que este co-marketing se convierta en realidad, el franquiciante recauda y administra el fondo de publicidad formado por la contribución de cada una de las unidades.

Existen múltiples formas de determinar este valor. En muchas franquicias es una suma fija mensual independiente del nivel de ventas, en otras es un porcentaje de las ventas brutas de las unidades de franquicia.

Sea cual fuere la modalidad se especifica la forma de cobro de este valor desde el contrato de franquicia.

El fondo tiene como objetivo aportar a los gastos de publicidad de la red en general, dejando que la promoción local la realice previa aprobación cada franquiciado en su área.

En un sistema de franquicia transparente los franquiciados reciben la rendición de cuentas de los recursos del fondo. Los usos de ese fondo se plasman en la asistencia técnica a la franquicia en un documento llamado “Estatuto del Fondo de Publicidad”. Dicho documento muestra claramente los límites de inversión del franquiciante y del franquiciado, así como la asignación de recursos. Esta regulación es esencial para el funcionamiento de las redes.

La naturaleza jurídica del fondo, los aspectos fiscales tienen un papel clave en el análisis económico. El modelo más tradicional de recuado por el franquiciante genera un impacto fiscal, ya que se considera este dinero como un ingreso para la empresa del franquiciante. Los franquiciantes deben estudiar cuidadosamente la mejor forma de ingresar estos valores. Otra posibilidad de ejecución del fondo es por medio de una junta de franquiciados para administrar el fondo. En este caso, el franquiciante debe conservar siempre el derecho de veto o de la decisión final sobre la ejecución del presupuesto.